La disfonía es una de las patologías más frecuentes que afectan el habla, y se identifica como una pérdida parcial de la voz.
¿Qué hacer cuando es provocada por la realización de tareas laborales?
Es usual que profesores y otros profesionales sean los más afectados, ya que utilizan durante varias horas al día la voz como su herramienta de trabajo.
Como la aparición de esta enfermedad es un proceso progresivo, generalmente las personas se van adaptando a las modificaciones que sufre su voz. Esto dificulta su identificación como un problema de salud generado por su trabajo, retrasando el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, ya sea en su etapa inicial, aguda o crónica.
¿Qué síntomas produce?
Por lo general, esta enfermedad es causada por un problema en las cuerdas vocales o cuando la laringe se inflama (laringitis). Su principal síntoma es una voz más ronca o áspera de lo habitual, que puede sonar forzada o ahogada al hablar y que significa que la persona tenga que hacer un esfuerzo extra para poder expresarse.
¿Qué Causas la provocan?
La disfonía o ronquera puede ser causada por una diversidad de situaciones, donde algunas se pueden considerar como causas menores, mientras que otras son de tipo más grave.
Causas menores:
· Alergias que afectan el sistema respiratorio
· Tos, provocada por alergias o alguna enfermedad, como la bronquitis
· Consumo de alcohol o tabaco
· Uso excesivo de la voz
· Reflujo gastroesofágico
· Inhalación de sustancias irritantes
· Inflamación de la laringe o laringitis
· Alguna enfermedad viral
Causas más graves:
· Manipulación de la via aérea.
· Cáncer de laringe
· Cuerpos extraños ubicados en el esófago o la tráquea
· Fumar y beber en exceso, en especial si se combinan ambos
· Mononucleosis infecciosa
· Ingesta de cáusticos
· Debilidad generalizada causada por la presencia de otras enfermedades
· Goteo retronasal
· Cáncer de pulmón y cáncer de la tiroides
· Amigdalitis
· Presencia de nódulos o parálisis de las cuerdas vocales
¿Tiene Tratamiento?
Si estamos en presencia de enfermedades que puedan provocarla, el médico debe indicar el tratamiento más adecuado para la persona. La disfonía siempre debe ser evaluada por un otorrinolaringólogo, ya que es este especialista quien dispone de la formación y los medios técnicos adecuados para la correcta exploración de la laringe y una buena observación de las cuerdas vocales.
La evaluación debe ser especialmente urgente en casos de disfonías que se prolongan por más de 2 semanas y están acompañadas de dolor, tos con sangre, dificultad para tragar, bultos en el cuello, o si existe una pérdida completa o severa de la voz.
De lo contrario, algunas medidas paliativas son:
· Reposo vocal: tratar de no hablar a menos que sea estrictamente necesario
· No susurrar, así se causa más tensión en las cuerdas vocales que al hablar
· Evitar o disminuir el consumo de cigarrillo
· Humidificar el aire y eliminar partículas en suspensión
· Tomar abundante líquido
Prevención
Para prevenir la disfonía podemos seguir estos sencillos consejos:
· Eliminar el consumo de tabaco
· Evitar agentes deshidratantes como el alcohol o la cafeína
· Beber abundantes líquidos
· Mantener la humidificación del ambiente
· Suspender el consumo de especias picantes y de alcohol en la dieta
· No usar la voz por demasiado tiempo y a gran volumen
· Si se usa la voz de forma profesional es recomendable buscar entrenamiento y el apoyo de un fonoaudiólogo
· Evitar hablar o cantar cuando la voz está dañada
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